sábado, 18 de julio de 2020

Reseña: Japón se hunde

El 9 de julio de 2020 se estrenó a nivel mundial en la plataforma de Netflix este anime del cual demostré mis preocupaciones tras haber visto la primera emisión y debo adelantarles que esa opinión no cambió demasiado cuando la terminé, ¿cuáles fueron sus fallos y aciertos?, ¿vale la pena ver esta serie? Ya veremos. Cabe mencionar que bajo el concepto de opinión estas ideas fueron escritas y recordarles que NO HAY SPOILERS.

Nihon Chinbotsu 2020, Japan Sinks o Japón se Hunde como también es conocido es un anime original del género seinen de suspenso y colapso social1 cuya historia comienza después de los Juegos Olímpicos en la que un violento terremoto azota a Japón, en medio del caos, una familia de cuatro miembros escapan de la ciudad para enfrentarse a su nueva y horrible realidad, ¿tendrán la fuerza necesaria para sobrevivir?


ENGAÑO COLECTIVO

Amigos míos, les seré honesta… por muchos días he puesto resistencia a escribir esta reseña porque quería buscar una manera de plasmar mis palabras de forma cuidadosa, pero he fracasado y no tengo más opción que decirlas tal cual las tengo en mi mente: ya no puedo tolerar la publicidad engañosa, pues este anime se nos vendió como otra de las creaciones de Masaaki Yuasa y en lo que a mí respecta, vi todo excepto eso.

No es la primera vez que me quejo del tema, anteriormente lo hablé en mi reseña de Violet Evergarden Gaiden: Eternity and the Auto-Memory Doll, específicamente en el apartado “Ocultar no es lo mismo que mentir” donde algunos fanáticos habían mostrado su descontento hacia Konnichiwa Festival por omitir que era una película spin-off. A pesar de que esta situación con Netflix no es tan grave como el de la distribuidora, el problema de la omisión es el mismo.


Es verdad que el señor Yuasa encabeza el proyecto como director, incluso fue creado en su propio estudio de animación llamado Science Saru, pero nadie nunca mencionó que el señor Pyeon-Gang Ho sería el director de la serie, ¿cuál es la diferencia? Que las funciones del primero se enfocan en lo administrativo (gestión de puestos, presupuestos y calidad), y el segundo a lo ejecutivo, es decir, supervisa la realización del proyecto contribuyendo activamente tanto en la historia como en el guión, trabaja bajo el nombre de un estudio y es su responsabilidad defender sus intereses.

Ustedes y yo hemos estudiado el estilo técnico y narrativo de Masaaki Yuasa lo suficiente como para saber que Japan Sinks está muy alejado de su esencia, podemos usar como ejemplo las reseñas del exitoso anime de la Temporada de Invierno 2020Eizouken ni wa te wo Dasu na!  Y de la película Ride Your Wave de 2019, o el artículo dedicado a su trayectoria escrito por mi compañera Hana y editado por mí “Conociendo a: Masaaki Yuasa”.

Este anime se ve como una creación de Yuasa, huele a Yuasa, se siente como Yuasa… pero no lo es y eso me decepciona como reseñista, peor aún al usar su nombre como gancho para atraer espectadores aunque, por otro lado me alivia porque al menos quien no la ha visto, ya sabe que el criterio y las decisiones que aquí se evaluaron son las del señor Pyeon-Gang Ho. Hablemos del argumento:


LA CATÁSTROFE DEL SUSPENSO

A pesar de que fue el nombre del director el que atrajo el interés de la mayoría de los espectadores, muchos analistas no dejaron escapar la propuesta de la obra en sí, pues esta, además de ser una adaptación actualizada de la novela “Nihon Chinbotsu” de Sakyo Komatsu publicada en 1973, también prometía ser brutal y desgarradora en sus acontecimientos utilizando como género principal el suspenso, uno de los más difíciles de trabajar ya no solo por sus características sino por el talento que se necesitaría para ejecutarlo correctamente.

Si tuviera una palabra para describir el suspenso puesto en Japan Sinks esa sería “suficiente”, en el sentido que su narrativa tensional logra poner expectativas, sorpresas y en ocasiones ansiedad en quien lo mire; habrá capítulos donde los acontecimientos vayan a un ritmo acelerado y estén llenos de acción, mientras que otros se centren en el drama y refleje la desesperación, cansancio y frustración de los personajes, a tal punto que te sientes bendecido por no estar en su lugar o quizá pensar que a esas alturas, ya habrías perdido la cordura.

Asimismo, me gustó que utilizaran el recurso cliffhanger, el cual consiste en poner a uno o varios personajes en una situación extrema al final de un capítulo para causar incertidumbre y aumentar el deseo de continuar viendo, no obstante, una de las características del suspenso es que la trama tiene consistencia y astucia, cosas que Japan Sinks confunde con volverse predecible y demasiado conveniente en muchas ocasiones, en otras palabras, el guión tropieza cuando se resuelven problemas de la nada.


En lo más profundo de mi ser quiero pensar que esas deficiencias en el guión son inherentes a las propias deficiencias de su género, resumidas como “la paradoja del suspenso” que sucede cuando la narrativa tensional quiere tratar de sorprender, pero el espectador ya cuenta con suficiente información para saberlo de antemano, es como la clásica frase “no entres ahí”. Para evitar esto podemos tomar como ejemplo a Yakusoku no Neverland que es más cuidadoso con las pistas que revela o el anime Kanata no Astra que se vale de la narración enigmática al alargar resoluciones, pero poniendo actos repentinos en el medio de la trama.

La poca experiencia tanto del director Pyeon-Gang Ho como del guionista Toshio Yoshitaka también contribuyeron a esa falla y siendo realista, tampoco imagino al señor Yuasa lidiando con ella (razón por la que iba a ser interesante verlo), mucho menos cuando la esencia de la obra original era contextualizar la cultura japonesa de los años setenta y la adaptaron mediocremente a la actualidad. En general, este anime no me conmovió ni me perturbó como lo esperaba, aunque sí me entretuvo, es… un fracaso que funciona.


NO TODO ESTÁ PERDIDO

El apartado técnico fue quizá una de las pocas cosas que el señor Yuasa sí dejó en buenas manos, teniendo como única bandera de tregua al señor Naoya Wada a quien conocerán como el diseñador de personajes en Devilman Crybaby, desempeñándose en el mismo puesto en Japan Sinks, adicional de encargarse del guión gráfico (storyboard), como director de episodio e incluso director de animación.

El señor Wada fue capaz de representar personajes con expresiones faciales remarcadas, colocar poses y ademanes naturales, buenas proporciones a pesar de los pocos detalles y su tendencia a las deformaciones, sin mencionar la eficiencia en sus dibujos multitudinarios que, de prestar atención, es como si cada rostro transmitiera sus tragedias personales.


Tomando en cuenta lo anterior, también vale la pena destacar a su mano derecha, el señor Akira Honma quien fue el único que pudo explotar el potencial gráfico en capítulos importantes como el 1, el 6, 8 y 10, mismos que contribuyen a que Japan Sinks sea recordada para futuras referencias. Por otro lado, al ser un terremoto el foco de atención, era de esperarse un buen manejo de debris (escombros o ruinas) y así fue.

Se nota un esfuerzo en los detalles de los panoramas antes de que suceda la tragedia y una impresionante fotografía cuando termina el colapso, tuvieron que imaginarse grandes escenas de destrucción por las cuales se agradecen, así como una acertada paleta de colores neutra que no tuvo problemas en reflejar felicidad o desolación. No es la mejor ejecución técnica en el repertorio del señor Yuasa, pero se queda dentro de lo decente; los señores Wada y Honma la tuvieron difícil y lo superaron, bien hecho.


EN CONCLUSIÓN

Japan Sinks es apenas lo mínimo que prometía con una adaptación deficiente de la obra original, no obstante, su género es complicado de ejecutar y existieron capítulos destacables que cumplen con la función mainstream de entretener, no de revivir una obra de culto como leí en algunas reseñas; de igual forma tiene un apartado técnico eficiente que dejó sobresalir nombres semidebutantes que merecen ser recordados. Es por ello que recibe de mi criterio una calificación de 6 pts de 10. Recuerden ver y leer otras reseñas, críticas y análisis para que su opinión sea más completa, nos vemos en una siguiente publicación.

1El colapso social se define como la caída de una sociedad humana compleja, es un subgénero de la ficción distópica y esta a su vez, es un subgénero de la ciencia ficción. Clasificar a Japan Sinks como ciencia ficción es correcto, pero no preciso, de ahí la razón por la que se utilizó el término.

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