Desde que vi este anime he querido
introducirlo en un artículo especial de “Recomendación Rándom” pero por
múltiples compromisos no pude armarlo esta Temporada, de hecho no he terminado
y no sabía cómo volverme más loca hasta que recibí un mensaje de uno de ustedes
pidiéndome esta reseña, fue así que dejé de ser terca y acepté escribirla sin
dudar. Sean libres de dejar un comentario o enviar un mensaje privado si
quieren que revise cualquier anime, manga, película o novela, les responderé a
la brevedad así que empecemos: cabe mencionar que bajo el concepto de opinión
estas ideas fueron escritas y recordarles que NO HAY SPOILERS.
Inuyashiki es un anime del
género seinen, acción y ciencia ficción cuyo protagonista es Ichiro Inuyashiki,
un hombre mayor que lo da todo por una familia que no se lo agradece, peor aún,
ha sido diagnosticado con una enfermedad terminal por lo que acude a un parque
para decidir contarlo o no y como si su día no fuera lo suficientemente malo,
de repente es golpeado por una extraña explosión que involucró a un joven sentado
junto a él. Al despertar, Inuyashiki se da cuenta que su cuerpo se ha vuelto
completamente mecánico y ahora posee poderes extraordinarios, ¿qué será capaz
de hacer con ellos?
HISTORIA Y PRESTIGIO
Amigos míos, espero que en esta
reseña tenga la capacidad de plasmar cuán relevante es este anime en su género y
para las nuevas generaciones, tal es así que Inuyashiki es uno de los
títulos más prestigiosos que tengo en mi repertorio, entonces… partamos
desde lo básico: el estudio a cargo de este proyecto fue MAPPA quien
desde su nacimiento logró llamar la atención para luego posicionarse como la
productora de excelencia en calidad media-superior gracias a series como Zankyou
no Terror, Shingeki no Bahamut: Genesis, Ushio to Tora, Kakegurui, entre
muchos otros generalmente especializados en el contenido maduro.
Uno de los nombres del estudio que
hizo eco entre los fanáticos fue el de su director, Keiichi Sato cuyo anterior
trabajo en Shingeki no Bahamut: Genesis se llevó elogios a manos llenas
además de que ya era conocido por ser un excelente diseñador mecánico que, de
acuerdo con algunos lectores del manga, lo hacía un buen elemento de apoyo para
la adaptación a anime de Inuyashiki. Recuerdo que en ese entonces el
estudio de animación y su director lograron levantar un par de cejas pero lo
que en verdad puso las expectativas en el cielo fue su creador:
El señor Hiroya Oku es un
mangaka avezado en el género seinen que hizo historia con su obra maestra y
anime de culto, Gantz del estudio Gonzo en el que su contenido fue
tan violento y explícito que su final se vio necesitado de un cambio radical a
comparación de su obra original, obligando a los fanáticos a descubrir el real
y confirmarnos que, en efecto, Hiroya-sensei es un genio. A estas alturas,
el equipo de trabajo detrás de Inuyashiki se había ganado nuestra
atención y altas expectativas, solo faltaba cumplirlas.
LA REVOLUCIÓN DE LOS HÉROES
Si bien Inuyashiki tenía grandes
personalidades de su lado no dejaba de causar cierta incertidumbre para el
público conservador y quisquilloso, yo incluida, pues había nacido en medio
de una guerra entre la animación tradicional y la animación digital donde
la segunda era gravemente criticada por su estética plastificada, acartonada y
deficiente que apenas daba pasos de bebé para las series de televisión,
adicional que hasta el momento no había títulos relevantes que nos hicieran
creer que el riesgo valía la pena, sin embargo, una vez visto el primer
episodio supimos que este anime vino al mundo para decir “cállense y
aprendan”.
Lo que verán en Inuyashiki
será la dinámica ya conocida del estudio MAPPA donde la fluidez de
movimiento está sumamente cuidada y humanizada con innumerables expresiones
faciales en los personajes que pueden llegar a diferentes grados de sadismo,
miedo y crueldad. Respeta con excelencia los diseños de personajes de Hiroya-sensei
y pone como esencia una paleta de colores en tonalidades frías que refuerzan un
tono hostil y maduro para los espectadores; repito: hostil y maduro, punto a
considerar.
Me gustó que hayan utilizado los
diferentes formatos con sabiduría dejando el 2D para las escenas y
secuencias cotidianas (salvo sus contadas excepciones), el CG y CGI para
el armamento, edificios y otros objetos mecánicos o de metal así como el 3DCGI
para las secuencias de acción tanto en tierra como en el aire. He de decirles
que la diferencia entre ellos es obvia y tiende a resaltar sus imperfecciones
individuales pero cuando las vemos funcionar al mismo tiempo da otro tipo de
impresión, es decir, su calidad puede subir… o subir más alto.
EL NACIMIENTO DEL PARADIGMA
Debo admitir que incluso con lo
anterior dicho he tenido problemas para recomendar a Inuyashiki debido
al propio protagonista pues para mí y otras personas, ver un héroe de la
tercera edad en el anime era un concepto demasiado innovador como para tomarlo
con seriedad, no obstante, ese es justamente el encanto que debemos defender
y orientar a las personas correctas, aquellas interesadas en agregar
títulos de valor a su colección o para las que disfrutan en gran medida del
género (como su servidora).
Es cierto que este anime va más
allá de mostrar la violencia ya conocida de Hiroya-sensei pero difiero
con otros donadores de opinión al decir que cuenta con una filosofía interesante
que no está de más analizar porque su principal enfoque no es darte clases de
moral sino enseñarte que el poder será bueno o malo dependiendo quién lo use,
que las personas se equivocan y que siempre hay algo que solo tú puedes
hacer. Retrata una forma de pensar sencilla y noble sin caer en dramas
innecesarios o tocar terrenos oscuros que nos obligan a ponernos un sombrero de
aluminio (te estoy viendo a ti, Evangelion), es tan fácil e interesante de
ver que la terminarán en un día, se los prometo.
EL FINAL ES IMPORTANTE
Estoy comenzando a pensar que Hiroya-sensei
tiene mala suerte para los finales ya que una de las quejas que resonó en
su momento y que apoyo totalmente es que Inuyashiki aceleró el paso
abruptamente en su final, no voy a entrar en detalles, sin embargo, honestamente
sentí que me dieron una patada en el trasero para dejarlo a un lado y a más de
uno hizo pensar que esta sería la estrategia a partir de ahora con tal de
vender el manga. Esta es válida recordando que el objetivo principal de hacer una
adaptación de anime es llevar al consumidor a la obra original aunque hay mejores
maneras de lograrlo.
Ustedes no lo saben pero uno de
los criterios que tomo en cuenta para calificarlo es precisamente su final
porque al igual que un maratón, lo importante no es como empiezas ni qué tan
difícil fue el camino sino llegar a la meta, es el último sabor de boca que te
deja una historia por lo que influirá en su recomendación y deja una marca
para futuras referencias. Con esto no quiero decir que hayan estropeado a Inuyashiki,
solo es un dato que necesitan saber si quieren verlo.
EL HIMNO DE LOS HÉROES
Si tuviera una palabra para describir
el opening sería “sublime” pues el tema “My Hero” de nuestros queridos
hombres cabeza de lobo, MAN WITH A MISSION es para mí el magnum opus de
la banda y merece ser coleccionada en su versión completa mientras que el ending
interpretado por Qaijff con el tema “Ai wo Oshiete Kureta Kimi e” es
digna de escuchar en cada capítulo, no se salten ninguno de los dos por nada
del mundo o se estarán perdiendo de mucho.
EN CONCLUSIÓN
The last hero, Inuyashiki ha
logrado lo que otros sueñan gracias a un estudio posicionado en la industria,
un director con experiencia y un autor de renombre que ha roto nuevamente los
esquemas conocidos en el género con una historia interesante y repleta de
acción violenta cuya animación le hace justicia a la obra original, sin
embargo, peca de algunos defectos en sus formatos individuales al igual que un
final apresurado y decepcionante que de una forma u otra la música puede
compensar. Por ser una obra sin igual y obligatoria para casi todo fan recibe
de mi criterio una calificación de 9 pts de 10.
Recuerden ver y leer otras
reseñas, críticas y análisis para que su opinión sea más completa, nos vemos en
una siguiente publicación.
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